Colisteros,<br>El IMARPE realiza anualmente censos de lobos marinos desde 1995. Los sé porque formé parte de la Unidad encargada de tales evaluaciones. Sin embargo no se han publicado adecuadamente esos datos ni la tendencia general de la población. Hace varios años que se formó una comisión encargada de revisar el tema de los lobos marinos y pesadores, pero esa comisión quedó sólo en el papel y nunca hizo algún trabajo efectivo. <br>
<br>La propuesta de saca de lobos fue hecha desde hace algunos años por los pescadores artesanales, pero sus criterios técnicos resultaron poco convincentes, y menos aún en el contexto actual de compromiso con la conservación del medio ambiente a nivel mundial. Una saca de lobos a estas alturas, en pleno siglo XXI sería un grave retroceso para la conservación de la vida silvestre en el Perú. Afortunadamente para los lobos marinos éstos estan regulados por el Miniserio de Agricultura, favoreciéndose de alguna manera por su mejor conocimiento del tema ambiental. <br>
<br>Las soluciones tecnológicas como los pingers que se usan para espantar lobos marinos resultan poco prácticos al mediano plazo pues los lobos se adaptan al ruido y luego de un tiempo ni se inmutan con la presencia de tales dispositivos. Además habría que comprar miles para repartir, con el consecuente gasto para los pescadores y el riesgo de licitaciones dirigidas. El cambio de aparejos de pesca sería un solución al problema de las redes agalleras rotas, cambiándolas por espineles que usen anillos circulares a fin de reducir la pesca incidental de tortugas y otras especies y favorecer así también la eliminación de las redes cortina del mar peruano por su alto nivel de captura incidental. Todo ello acompañado de una efectiva implementación de buenas prácticas de pesca. Aparentemente, la nueva y mejor regulación de la pesquería industrial
de anchoveta sería una forma de reducir la presión de la pesquería hacia los lobos
marinos, pues dejaría mayor alimento disponible para éstos.<br>Lo que nadie ha planteado seriamente hasta el momento, ya que no se puede regular eficientemente a los lobos marinos en su entorno natural, es regular la pesca artesanal. En este sentido, el comentario de Milton Reynoso no me parece fuera de contexto, sino más bien acertado. Es fácil pedir eliminar al más débil, en este caso al lobo marino, que pedir una autoregulacion de las actividades pesqueras, porque simplemente no hay voluntad de los mismos pescadores para hacerlo. El crecimiento de la pesquería es cada vez mayor, su regulación es casi nula a nivel artesanal, y ya es hora de que se tome en cuenta este hecho en la problemática de la interacción de las pesquerías con los mamíferos marinos. <br>
Es la pesquería quien incursiona en le ambiente marino donde se alimentan los lobos y es básicamente quien ha generado este tipo de interacción. Y ni qué decir de las capturas incidentales de delfines, tortugas, aves y otras especies "no objetivo". Siendo así, y puesto que las redes y el pescado no son gratis, es la misma pesquería quien debe asumir dentro de su presupuesto los riesgos económicos de su incursión en el mar y los daños originados por los lobos marinos. No al contrario.<br>
<br>Saludos<br><br>Ignacio García-Godos<br><br>