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<body class='hmmessage'><div dir='ltr'><font size="3">Un enfermo estaba en su cama muy acongojado y su esposa le dijo que le prepararía un caldo de pollo para que se reponga, en eso escuchó una voz que le decía: Caracoles, dale un par de aspirinas!. <font size="3"> Volteó y era un pollo que se paseaba por la casa y que escuchó de lo que hablaban.</font></font><div><font size="3">Es lamentable confirmar que en nuestro país y en especial en nuestro sector, primen los intereses personales o de grupos a los generales. Toda la población, consciente<font size="3"> e inconscientemente, está muy agradecida por el esfuerzo diario de la pesca artesanal, la que permite que podamos llevar a nuestras mesas pescado de consumo y </font></font><font size="3">disfrutar de los </font>exquisitos<font size="3"> platos que se preparan con ellos. Pero también está preocupada cuando la mayoría de embarcaciones artesanales no se dedican a este fin sinó a la pesca ilegal de la anchoveta para harina, en condiciones paupérrimas tanto en higiene y conservación de la materia prima, como en seguridad laboral, náutica y de acomodación para sus tripulantes. Y más aún, cuando se consideran los únicos con derecho a laborar en nuestro mar territorial. Me recuerda la postura intransigente del Sr Arana y de Gregorio Santos, quienes le privan, no solo a los cajamarquinos sino a todos los peruanos de la oportunidad de beneficiarnos con la explotación de los recursos mineros que se encuentran en los subsuelos de Cajamarca. Igualmente bajo Tambogrande y en éste caso, bajo el fondo marino, donde existen grandes riquezas en minerales e hidrocarburos. Felizmente no se le dió el gusto a Toledo, quien pretendía firmar, si o si, la convención del mar, de haber sido así no tendríamos ningún derecho mas allá de las 12 millas. Por lo tanto es imprescindible comprender que la agricultura, ganadería, pesca y cualquier otra actividad puede ejercerse simultaneamente con una actividad minera e hidrocarburos, siempre y cuando se cumplan, a rajatablas, como se dice, con las normas internacionales y nacionales sobre la conservación del ecosistema y del medio ambiente. Todos los actores y nuestras autoridades debemos estar vigilantes de ello por el bien de nuestras propias actividades. Nunca anteponer nuestros pareceres e intereses, al derecho que tienen todos los peruanos a usufructuar de sus riquezas nacionales. Saludos a todos los colisteros.</font></div><div><font size="3">Carlos Millasaky Chatten </font></div> </div></body>
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