[OANNES Foro] Triste noticia

[Mariano Gutierrez]

Estimados amigos y colegas de la Lista Oannes,

Es muy triste hacer de su conocimiento el fallecimiento del Ing. Ricardo Vilchez Espinoza, pionero de las investigaciones acústicas-pesqueras en nuestro país. Ricardo falleció hoy padeciendo una enfermedad que enfrentó con la entereza y el valor que siempre lo caracterizaron.

Como antiguo ex-alumno de Ricardo quisiera que me permitan compartir con Uds una reseña de lo que fue su vida académica y profesional, y es que considero que fue muy significativa su contribución a las ciencias del mar de nuestro país.

Ricardo estudió Ingeniería Pesquera e Ingeniería Electrónica en Chile, y retornó al Perú a finales de la década de 1960 a laborar en una empresa pesquera de Atico. Por su formación en acústica fue convocado a laborar en el Instituto del Mar del Perú (IMARPE) a inicios de la década de 1970. Entre 1975 y 1981 co-dirigió con el Dr. K. Johannesson el exitoso Centro Regional de Electroacústica para América Latina (CREA) bajo el auspicio de la FAO, NORAD e IMARPE, que fue la sede de la entidad. A mediados de la década de 1970 inició sus labores académicas en las facultades de pesquería de las Universidades J.F. Sánchez de Huacho y Villarreal de Lima.

El CREA fue un centro tecnológico y científico en Acústica Pesquera en el que se formaron los primeros investigadores de casi todos los países de América Latina y el Caribe. Asimismo, los que en ese tiempo eran los mejores científicos acústicos del mundo laboraron en IMARPE desarrollando las tecnologías y metodologías que luego fueron difundidas en todas las latitudes, incluyendo por supuesto los países desarrollados. Ricardo fue actor y motor de ese proceso, y el artífice de que estas tecnologías acústicas se incorporaran como herramienta regular en los monitoreos que IMARPE desarrolla ininterrumpidamente desde 1981. Además, produjo numerosas contribuciones (documentos) científicos y tecnológicos, y representó al IMARPE en numerosos eventos internacionales de su especialidad. A 34 años de la fundación del CREA varios de los procedimientos y métodos desarrollados allí continúan utilizándose.

Quienes lo conocimos primero como profesor universitario podemos destacar su capacidad de síntesis y dedicación. No obstante que lo caracterizaba un sentido del humor un tanto ácido, Ricardo sabía llegar a sus alumnos y promover en ellos el interés por los temas en estudio; los que lo lograban terminaban identificándose con él al 100%, y los que no adquirían cierto respetuoso temor por él. Sus temas predilectos de enseñanza eran la electroacústica, métodos de evaluación de recursos, navegación y aparejos de pesca. El mar era una pasión para él (era, además, buzo), y proverbial su cariño por su tierra -Mollendo- y su apego por Huacho, y últimamente por Pisco. Era asimismo aficionado a los deportes, a la comida criolla y a las extendidas sobremesas.

Quienes lo tuvimos como jefe conocimos otras virtudes: la obsesión por el orden, limpieza, disciplina extrema, puntualidad y cumplimiento estricto de los plazos y compromisos. Ricardo no veía con agrado que hubieran profesionales o técnicos que no se esforzaban en aumentar sus conocimientos, o en aplicarlos, teniendo en cuenta que trabajamos para el estado (IMARPE), y es que era muy exigente en el crecimiento profesional del grupo, lo que inevitablemente, con razón o sin ella, le enajenó simpatías. Hay una frase suya que lo pinta de cuerpo entero: "los ingenieros debemos resolver problemas, y no producirlos o contribuir a crearlos". Ricardo se interesaba y trataba -a su manera- de ayudar a solucionar los problemas de las personas más cercanas a él. Por ejemplo, en 1990, luego del llamado "Fuji-shock", organizó personalmente -a pesar de haber sido en ese momento el Director Ejecutivo del instituto - un trabajoso sistema cooperativo para apoyarnos económicamente en las compras cotidianas. Para quienes no lo conocieron será difícil imaginarlo, pero tuvimos un Director Ejecutivo vistiendo overol y descargando personalmente las compras de los camiones que nos traían el mercado de la semana.

En su momento Ricardo tuvo la oportunidad de promover el desarrollo tecnológico en IMARPE a través de su participación en el diseño y construcción del BIC Humboldt, nave que tuvo el mejor equipamiento acústico y científico de la época (década de 1980), y que aun a la fecha ninguna otra embarcación ha podido igualar en Sudamérica. Parte de este esfuerzo fue su decidido apoyo para la ejecución de las tres primeras campañas a la región antártica, incluyendo la consecución del estatus de país Miembro Consultivo del Tratado Antártico y la publicación de artículos que constituyeron las primeras contribuciones científicas del Perú a la comunidad internacional. También promovió el interés por las tecnologías de percepción remota, lo que condujo años después a la fundación del laboratorio correspondiente en IMARPE.

En 1991 dejó el IMARPE para laborar consecutivamente en varias empresas como Gerente de Pesca (Pesquera Garrido, Pesquera San Antonio y APROPISCO hasta el año pasado). Eventualmente volvió al IMARPE como integrante del Concejo Directivo entre 1997 y 1999, participando activamente en la implementación del proyecto para la prevención del fenómeno El Niño y en la construcción de los nuevos BICs Olaya y SNP-2. Fue un hombre que fue consciente del tremendo potencial de desarrollo para la actividad pesquera artesanal e industrial, pero también un convencido de la necesidad de cautelar la calidad del ambiente marino y de la conveniencia de educar y capacitar sin descanso a nuestros pescadores y patrones de pesca.

En resumen, fue un hombre de muchas, productivas iniciativas y buenas acciones que son las que sin duda perdurarán en el recuerdo de una persona que tuvo sin embargo una personalidad compleja, pero que apoyó y ayudó siempre de modo generoso y desinteresado a quienes se hallaban en su entorno. Que descanse en paz y que el Señor lo conduzca a su lado.

A su familia, las más sentidas condolencias por la pérdida de este gran Hombre de Mar.

Atentamente,

Mariano Gutiérrez T.