[OANNES Foro] Artículo "Faenones Pesqueros"

[salomón manzur]

Diario “La Razón”, Jueves 13
de octubre de 2011

 

Faenones Pesqueros

 

Hace algunas semanas, el Ministro de la Producción, Kurt Burneo, puso el
dedo en la llaga al denunciar ciertas irregularidades en el sector pesquero,
aunque sólo descubrió la punta del enorme iceberg.  Existen otros muchos aspectos que lindan con
la corrupción y que no ha tocado o que aún ignora.

Por otro lado, una investigación periodística del Instituto de Defensa
Legal (IDL) presentó otra gravísima denuncia: 
las principales empresas pesqueras industriales del país no declaran a
las instancias correspondientes la captura de más de 300 mil toneladas de
anchoveta al año, lo cual representa nada menos que cerca de 100 millones de
dólares.  ¿Qué hacen las autoridades para
evitar tamaña defraudación al Estado?

Luego del barullo inicial, ambas denuncias parecen haber sido silenciadas
por alguna mano poderosa que las echó en el saco del olvido.  El propio ministro ya no volvió a hablar del
caso y a los congresistas les parece un asunto menor, pese a que está en riesgo
una de las principales riquezas naturales del Perú.  

Todo ello no hace más que confirmar lo que la Asociación Nacional de
Pequeñas y Medianas Empresas Pesqueras de Consumo Humano Directo (Pympez) hace
casi diez años ha venido alertando a las autoridades y la opinión pública en
general:  existen serios indicios de
corrupción en el sector pesquero que permiten la depredación de los recursos
hidrobiológicos del Mar de Grau en beneficio de un oligopolio.  En noviembre del 2002, Pympez denunció ante
el entonces presidente de la Comisión Nacional Anticorrupción, Martín Belaunde
Moreyra, el ilegal incremento en los desembarques de los recursos
hidrobiológicos para la elaboración de harina de pescado y el aumento de la
capacidad de bodega de las naves pesqueras, lo cual viola el mandato de la Ley
de Pesca 25977.

El llamado “Zar Anticorrupción” trasladó el oficio al ministro de la
Producción de la época, Eduardo Iriarte, quien dispuso que el órgano de control
interno de su portafolio realice un examen especial de auditoría.  Pasaron los días, los meses, los años y los
resultados de la acción de control nunca se supieron.  Simplemente se echó tierra al caso.  Esta es una evidencia de cómo se manejan las
cosas en el sector pesquero peruano.  No
es posible que una actividad económica que compromete un valioso recurso,
natural de todos los peruanos esté 
sometida a los mandatos de un grupo de pesqueros privilegiados que,
curiosamente, se ha desarrollado en el último decenio al amparo de normas que
legalizaron lo ilegal, como el caso de las famosas embarcaciones denominadas
“vikingo”.

Ahora que el  nuevo gobierno enarbola
la bandera de la anticorrupción debería poner en su agenda prioritaria una
profunda investigación de estas denuncias. 
Y esta demanda también alcanza al Congreso y, especialmente, a la
Comisión de Fiscalización.

 

  		 	   		  
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