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Diario “La Razón” – Lima, 27
de marzo de 2012

Sr. Víctor Castañeda

 

Casi nada es lo que retribuyen pese a enormes ganancias.  En Produce hay una inacción

Por qué el Estado se deja avasallar por los poderosos “dueños” de la
anchoveta

 

HISTORIA DE UNA CONFLICTIVA VECINDAD CON CHILE (Parte V)

 

Antes de la ley de cuotas hubo un ordenamiento a partir de 1991 en el cual
se establecía un promedio de noventa mil metros cúbicos de capacidad de
bodega.  Esto era suficiente pero
equilibrada la cantidad de biomasa permisible en el país para la industria de
la harina y el aceite de pescado.

 

“Entonces, si se cerró la ventanilla hace más de 20 años, cómo es que en
2012 tenemos más de 250 mil metros cúbicos de capacidad de bodega.  Hay que identificar a los que han sacado
licencias después de que se cerró la ventanilla y a las autoridades que se las
dieron, cómo y por qué”, cuestionó el empresario pesquero Marco Petrozzi Woll.

 

Lo que ha pasado, señala, es que toda esa flota nace fuera de la ley y
encima los premian con una cuota individual transferible que vale un montón de
dinero.  “Estas empresas grandes son
prácticamente dueñas del mar y de la anchoveta de todos los peruanos”.  Por eso, Petrozzi exigió una comisión
investigadora para saber lo que sucedió y quiénes son los responsables.  “¿Es justo que se haya dado cuotas que son
como un título de propiedad de la anchoveta a embarcaciones que nacieron fuera
de la ley?, ¿es dable eso?”, preguntó.

 

Dijo que en 1991 se consideraba que se estaba ¨sobrepescando¨ la anchoveta
y se le clasificó como ¨sobreexplotada¨. 
“Cómo será ahora la situación de la anchoveta, se está ocultando la
verdad, las autoridades que se han ido sucediendo tienen responsabilidad.  Hay 160 mil metros cúbicos de pesca ilegal,
con el sistema de cuotas la tonelada pasó a costar de 90 a 280 dólares y todo
ha quedado en manos de siete grupos empresariales”.

 

Pero también hay que saber qué ha ganado el país al entregar esta concesión
de derecho de pesca a estos poderosos grupos que han concentrado el poder con
el mar a su disposición.  Por cada
tonelada que extraen del pescado, que es de todos los peruanos, sólo recibe una
migaja, no se le retribuye al país en forma justa, “por ello indigna que se le
haya entregado a un oligopolio el derecho de las cuotas individuales.  Las autoridades son complacientes con estos
poderosos que se pueden llevar sin ningún esfuerzo millones de dólares.

 

Los grandes grupos de poder que tienen la mayor parte de la torta y la
cuota de anchoveta, empezaron a comprar embarcaciones a un precio bajo antes de
que salgan las cuotas la cual sólo tuvo en cuenta a las embarcaciones pesqueras
y no a las fábricas de harina de pescado, muchas de ellas pequeñas que no
necesitaban tener flota.  Entonces
sucedió que las fábricas medianas y pequeñas quebraron y despidieron a miles de
personas. 

 

“Está sobreexplotada y en
estado de emergencia”

 

Pero quiénes son estos privilegiados con el mar a su disposición.  Son conocidos en el sector.  No es ningún secreto.  La empresa Tecnológica de Alimentos S.A.
(Tasa), es el grupo más grande del Perú. 
Sigue el grupo Cope Inca, Austral, Hayduk, Exalmar, empresa
recientemente expulsada por la Sociedad Nacional de Pesquería, luego de
tremendo revuelo por corrupción; sigue Pesquera Diamante y Centinela.

 

Pero lo más irónico es que la mayoría de estos siete grupos pesqueros son
de capitales extranjeros, cotizan en bolsas de Noruega, por ejemplo.  “¿Qué le puede interesar a un chileno
preservar el recurso?, de que no les importa si el pescado reúne la talla
mínima para hacer harina.  Ellos
quisieran que no existieran vedas, en cambio a los peruanos sí nos importa
mucho, señala Salomón Manzur.

 

Además, según los empresarios pesqueros, por qué el Ministerio del Ambiente
permite que las embarcaciones sin refrigeración contaminen el mar en todo su
trayecto desde la zona de pesca al puerto con el sistema de achique que tienen
las bodegas.  “Esas sanguazas están
descompuestas y constituyen un veneno para los seres vivientes del mar, pero
eso no es todo, en tierra el almacenamiento que tienen estas fábricas grandes
lo realizan en unas pozas inmensas, como piscinas, donde la sanguaza podrida
sigue expuesta a la intemperie, perjudicando el medio ambiente”, afirman.

 

La anchoveta está sobreexplotada, dice Salomón Manzur, y ello ha puesto a
esta especie en un estado de emergencia. 
“Así como el pasto es vital en el campo, la anchoveta lo es en el mar,
todos los seres vivientes del mar se alimentan y viven de la anchoveta.  Antes había 20 millones de aves guaneras pero
por falta de anchoveta ahora hay apenas 4 millones.  Ha disminuido porque no tienen qué comer y en
la medida que la pesca sea más agresiva, con barcos modernos, sistemas hidráulicos,
detección vía satélite, etc., será más grande la presión sobre la anchoveta
porque lo capturan más rápido”.

 

El 95% de esa captura va a la elaboración de harina de pescado o sea para la
fabricación de alimento balanceado para animales y sólo el 5% es para el
consumo humano.  A nuestro país le
interesa el valor agregado sobre este preciado recurso que debe ser consumido
por las personas.
Salomon Manzur SalgadoNext 401*5744scmanzur en hotmail.com 		 	   		  
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