[OANNES Foro] LONGUEIRA VINO AL PERÚ POR ORO Y HABLÓ DE PESCA

[Señor de las Olas - ONG Oannes]

LONGUEIRA VINO AL PERÚ POR ORO Y HABLÓ DE PESCA

Por: Pedro Trillo
Experto del sector Pesquero
 

¡Vale un Perú! Y el oro corrió como una honda, ¡Vale un Perú! Y las naves lleváronse el Jurel, pero  quedó esta vez la frase magnífica y redonda, como una resonante medalla popular; con la venia del poeta José Santos Chocano, lo parafraseamos para indicar que el oro y el jurel del Perú en esta época están sirviendo al pueblo, en ese contexto, el Ministro de Hacienda de Chile Pablo Longueira vino a un Simposio del Oro para hablar de pesca y acercar posiciones con Perú.

¿Será porque Robin Allen, Secretario Interino de la Organización de Ordenamiento Pesquero del Pacífico Sur (OROP), circuló una carta a los países miembros, manifestando su preocupación porque Chile se está excediendo en la cuota  de captura de Jurel? ¿Será que para lograr  la aprobación por el Senado de su país y ratificar la Convención, necesita declarar que el Perú firmará dicho instrumento? Para así contrarrestar la enorme y unánime oposición de los industriales y armadores chilenos, que aunque tarde, se han dado cuenta que lo que está en juego es la soberanía en el manejo de sus recursos pesqueros.

Por la razón que sea, es bueno que Chile deje de usar la OROP como un garrote contra el Perú, y se dé cuenta que es más beneficioso para ambos países llegar a acuerdos razonables, sobretodo, si el Perú es el más importante país pesquero del Pacífico Sur, y se encuentra calificado en el primer lugar del ranking de sostenibilidad de sus pesquerías, en un estudio sobre 53 países que representan el 95% de la pesca global, elaborado por el Fisheries Centre de la Universidad de British Columbia que dirige el renombrado profesor Daniel Pauly. Sí, el mismo que declaró hace poco en el New York Times que el Jurel era el último búfalo de los océanos.

Tenemos intereses comunes, como el de no permitir la sobreexplotación de los recursos de altamar, intercambiar experiencias exitosas de manejo dinámico de poblaciones, homologación de tallas, mallas de pesca, vedas para proteger el reclutamiento y vedas para proteger el desove, y más. En los temas pelágicos, los peruanos podemos ayudar mucho a nuestros hermanos chilenos, porque al haber sufrido el crack de la anchoveta del 72´, no culpamos a nadie, llevamos nuestro luto por diez años y aprendimos la lección, y ahora, aun con nuestros defectos, hemos logrado mantener una pesquería saludable por más de 30 años.

 En Chile se encuentran todavía en la etapa de la negación, le echan la culpa a otros, cuando no solo son responsables de más del 83% de las capturas totales de Jurel en el Pacífico Sur desde los 90´, sino que además, según las propias estadísticas de la Subsecretaría de Pesca en el Informe Técnico (R. Pesq.) 129/2011 para la elaboración de la cuota global anual del Jurel en el 2012, publicado en noviembre del 2011, se detalla que entre el año 2002 y 2011, Chile ha capturado 2,5 millones de toneladas de Jurel en altamar; lo que significó más del 75% de la captura total de esa área. Quiere decir que no solamente habría sobreexplotado su propio stock, sino también, el de altamar.

Una vez que Chile acepte que son los únicos actores de la tragedia del Jurel, podrán hacer su duelo y empezar el proceso de sanación. Y, se equivoca Samuel Leiva, Jefe de Campañas de Greenpeace, cuando responsabiliza a los armadores e industriales de la pesca, ellos solo cumplen el rol que se les ha impuesto, el de ser eficientes y optimizar sus beneficios, como cualquier persona, buscan hacer máxima su utilidad individual, este es un caso en el que la racionalidad económica no coincide con los objetivos sociales de una nación, por eso, es la autoridad administrativa reguladora la que es responsable ante los ciudadanos de resguardar para las futuras generaciones un recurso renovable. Cuando colapsa un stock lo que queda claro es que ha fracasado la gestión del manejo y la política pesquera, y ha sido débil o insuficiente la gobernanza.

 

Lima, 17 de mayo, 2012