[OANNES Foro] Extranjeros pescan en plena veda

[Carlos Córdova]

Empresario Jacobo Cavenago alerta
Extranjeros pescan en plena veda
 
Por:  Carlos Córdova Cerrón
 
La crisis de la pesca es responsabilidad del Estado debido a la frondosidad de normas legales, señala el empresario pesquero Jacobo Cavenago, quien opera en Chimbote. “Mientras nosotros estamos en  veda, los extranjeros pescan frente a nuestras costas. Las embarcaciones foráneas son tantas que desde el espacio parecen una ciudad iluminada en medio del mar”, enfatiza mostrando una fotografía satelital que le proporcionó la NASA.
                Expone que los pesqueros nacionales antes realizaban capturas de hasta 7 millones de toneladas al año, pero actualmente debido a las engorrosas y confusas normas emitidas y una política desatinada apenas se llega a pescar unos 4 millones de toneladas.
                La cantidad de modificaciones que realiza el sector en las leyes existentes, no sólo producen confusión, sino que retrasan y desvirtúan la pesquería moderna, lo que no significa en modo alguno que haya riesgo de depredación, indica nuestro entrevistado.
                Respecto al fenómeno de El Niño, Cavenago sostiene que en agosto y setiembre se podrá dar un mejor veredicto sobre el alcance e impacto negativo en la pesquería nacional.  En definitiva considera que el fenómeno disminuye el volumen del recurso debido al calentamiento de la parte oeste del mar.  No escapa a su entender que este hecho no sólo afecta a la pesquería, sino también a otras actividades como la agricultura, el comercio, etc.
                En su concepto una de las medidas que debería implantarse es autorizar la pesca en las cinco millas marinas.  “Debe flexibilizarse la medida por lo menos como algo excepcional porque el recurso se ha metido a esa zona para huir de las aguas cálidas que domina la costa peruana”, comenta.
                Cavenago dice que se ha exagerado al asignar cuotas de pesca, con lo cual se produce una sobreprotección del recurso.  Por el contrario, indica, se debería aprovechar esta época.  Recordó también que hoy no se pesca todos los días como antaño.  “Hoy pescamos sólo 60 días al año”.
En cuanto a la contaminación de las aguas marinas, sostuvo que la industria ahora realiza el tratamiento de sus efluentes.  “Ya casi no existe la pesca irresponsable que contaminaba.  Hoy incluso existe un control minucioso.  Recalca que las fábricas arrojan al mar sus efluentes una vez que son tratados e incluso sirven como alimento para los peces.  “Ya no se usa soda cáustica, sino productos biodegradables que son amigables con la naturaleza.  Sin embargo hay contradicciones como la autorización para usar el cloruro férrico que es nocivo y cancerígeno”, manifiesta.
En descargo afirma que la entidad que contamina realmente el mar chimbotano es Sedachimbote que no controla el arrojo de desechos domésticos al mar.  “Los pesqueros arrojamos algo de sanguaza y sólidos de pescado, pero son biodegradables e incluso alimentan a los peces.  Las fábricas pesqueras no contaminan.  Sin embargo, los desagües de una sola clínica, donde se concentran un sinnúmero de enfermedades, son arrojadas libremente al mar.  Esas aguas deben ser tratadas previamente por Sedachimbote”, indica.
Al referirse al decreto 005 del sector, manifiesta que ha frenado a la flota que puede salir a pescar para consumo humano.  Dice que las autoridades deberían tomar nota de cómo las plantas conserveras trabajan con poco margen de rentabilidad  por fabricar harina de pescado con descarte.  “En lugar de impedir que la flota pesquera se abastezca, deberían encontrar la manera de disminuir los costos de operación”, comenta.
También señaló otros traumas comerciales, como por ejemplo el precio del petróleo para operar las embarcaciones que en el Perú que cuesta 4 dólares y medio, mientras que en Chile, nuestro competidor, es de ochenta centavos de dólar.  En tales condiciones, refiere, no se puede tener una industria conservera competitiva.
Expresa que aquí no hay flotas atuneras simplemente porque para salir y volver de pescar se debe gastar unos 360 mil dólares, mientras que nuestro vecino del sur apenas pone 60 mil dólares.  “Esa es la verdadera causa de que nuestra industria pesquera no despegue como debería”.
Finalmente toca el asunto de las inversiones en el sector pesquero.  Considera que no debe haber temor a su concurso.  Los extranjeros traen tecnología y dinero fresco para fomentar la pesca que igual da trabajo a los peruanos.  “No debemos temer la presencia de los inversionistas en pesca.  Además su presencia nos impulsa a ser competitivos, pero demandamos que el trato del Estado debe ser equitativo y no se otorgue demasiadas ventajas a las empresas que ingresan.  Que el Estado proteja a los empresarios locales y no proporcione demasiadas facilidades solo a los extranjeros. Pedimos flexibilidad para los peruanos así como se otorga facilidades a los extranjeros”, acota.
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